miércoles, 30 de octubre de 2013

Se aprueba nuevo reglamento para los Departamentos de Nutrición a nivel hospitalario

Después de años de arduo trabajo, IIDENUT se enorgullece en presentar una Norma Elaborada y Gestionada por nosotros en coordinación con el Colegio de Nutricionistas del Perú y el Ministerio de Salud, la cual, estamos seguros que marcará un hito en la Práctica Clínica y Hospitalaria de la Nutrición en el país. Este importante avance no habría sido posible sin el Auspicio de nuestros dos últimos Decanos Nacionales: el Lic. Iván Gómez Sánchez quién promovió inicialmente este proceso y el Lic. Roy Miranda, quién continuo luego con el apoyo. 

Este documento se denomina NORMA TÉCNICA DE SALUD DE LA UNIDAD PRODUCTORA DE SERVICIOS DE SALUD DE NUTRICIÓN Y DIETÉTICA y reúne cientos de definiciones tanto técnicas como operativas que permitirán un administración más científica de los Departamentos de Nutrición del Perú.

Dentro de los alcances se reconoce claramente la figura de la Consulta Nutricional como labor inherente al Nutricionista lo cual abre el camino para la diferenciación total y definitiva de la "práctica Nutricional" que erróneamente desarrollan otros profesionales de la Salud.

Esta norma divide administrativamente a los Departamentos o Servicios de Nutrición en tres áreas: i) Producción, qué incluye además los almacenes de alimentos (que en algunos países no son administrados por Nutrición), las unidades de fórmulas enterales e infantiles, así como las unidades productoras de regímenes;  ii) el área de Tratamiento Nutrio y Dietoterapéutico que involucra todas aquellas actividades asociadas con la mejora y fortalecimiento del Estado Nutricional de los pacientes hospitalizados; y iii) el área de Nutrición integrada que incluye los Consultorios, el área de Docencia e Investigación y lo programas de Nutrición que se administran en cada hospital. La norma, además, establece que cada una de estas áreas debe contar con una Jefatura a cargo de un Licenciado en Nutrición debidamente colegiado y una Jefatura General de las tres áreas. 

La norma también incluye nuevos estándares para el cálculo del número de Nutricionistas necesarios para el funcionamiento de las diferentes áreas del Departamento; por ejemplo:

En la unidad Unidad Central de Producción de regímenes y fórmulas especiales

- Un Licenciado en Nutrición planificador de regímenes por cada 40 camas hospitalarias
- Un Licenciado en Nutrición supervisor de producción de regímenes por cada 40 camas hospitalarias
- Un Licenciado en Nutrición supervisor de distribución de regímenes por cada 40 camas hospitalarias

En la Unidad de Tratamiento Nutrioterapéutico y dietoterapia:

Para pacientes adultos:
- Un Licenciado(a) en Nutrición por turno por cada 40 pacientes hospitalizados
- Un Licenciado en Nutrición por turno por cada 15 pacientes hospitalizados en unidades de cuidados intensivos.

 Para pacientes pediátricos:
- Un Licenciado(a) en Nutrición por turno por cada 15 pacientes pediátricos hospitalizados.

• En la Unidad de Nutrición Integral (Consultorio de Nutrición):
- Según la demanda y el nivel de complejidad del establecimiento.

Como puede observar, este documento representa un avance significativo para el Desarrollo de la Nutrición. Este documento también contiene reglamentación asociada con equipamiento mínimo y otros estándares que seguro redundarán en la mejora Ciencia de la Nutrición.

 Para mayor información, por favor, ingrese a la siguiente dirección web


DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
En IIDENUT rechazamos rotundamente aquellas prácticas asociadas con el uso inapropiado de la información con fines comerciales. Nuestros estándares éticos nos impiden aceptar, difundir o parcializarnos subjetivamente con producto o práctica alguna que vaya en contra o distorsione la labor científica del nutricionista.




Almuerzo de despedida por fin de Diplomado

El último fin de semana, los alumnos y docentes del Diplomado de Especialización profesional en Nutrición Clínica disfrutaron de un almuerzo emotivo que cerró amicalmente las actividades correspondientes a nuestro IV Diplomado.

En un conocido Restaurant de la capital los nuevos diplomados compartieron recuerdos, anécdotas y relajaron tensiones después de 7 meses cargados de estudio y mucho esfuerzo que los llevaron a formar parte de este selecto grupo de Especialistas en Nutrición.

A continuación compartimos con ustedes algunas imágenes del momento, a la espera de nuestra ceremonia de clausura final el próximo 15 de Noviembre.









El pasado 25 de Octubre cerraron las inscripción para el V Diplomado de Especialización Profesional en Nutrición Clínica de IIDENUT

El pasado viernes 25 de Octubre del presente año, se cerraron oficialmente las inscripciones para participar del V Diplomado de Especialización Profesional que organiza IIDENUT con el Auspicio Académico de diversas instituciones.

Nos sentimos realmente orgullosos y satisfechos que por quinta vez consecutiva nuestras vacantes se hayan cubierto varias semanas antes de la fecha  programada originalmente.

Según el cronograma de actividades, las clases se iniciarán el próximo viernes 8 de Noviembre en Av. Arequipa 1825.

Nuevamente, muchas gracias por la confianza depositada en nosotros hecho que nos motiva a seguir trabajando en pos de la mejora de esta hermosa profesión.

ReNut es la primera y única revista Peruana Especializada en Nutrición indizada en Latindex

El equipo humano del Fondo Editorial del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Nutriología – IIDENUT tiene el agrado de comunicarles que nuestra Revista Especializada de Nutrición – ReNut, acaba ser indizada en LATINDEX.
LATINDEX es uno de los más importantes sistemas regionales de información en línea para revistas científicas de América Latina, El Caribe, España y Portugal; es el producto de la cooperación de una red de instituciones que funcionan de manera coordinada para reunir y diseminar información bibliográfica sobre las publicaciones científicas seriadas producidas en la región.
Actualmente, ReNut forma parte del Directorio y Catálogo de LATINDEX, el cual incluye únicamente a revistas –impresas o electrónicas- que cumplen los más de 33 criterios de calidad editorial establecidas por los miembros del Sistema.
Sin lugar a dudas este nuevo logro, sumado a las dos indizaciones previas en LILLACS y LIPECS, es un acontecimiento que nos enorgullece y nos impulsa a seguir trabajando en pro de mejorar la calidad de las investigaciones en nutrición y brindar información de alta calidad a todos los profesionales de la salud.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
En IIDENUT rechazamos rotundamente aquellas prácticas asociadas con el uso inapropiado de la información con fines comerciales. Nuestros estándares éticos nos impiden aceptar, difundir o parcializarnos subjetivamente con producto o práctica alguna que vaya en contra o distorsione la labor científica del nutricionista.

ReNut es la primera y única revista Peruana Especializada en Nutrición que ha sido indizada en LIPECS Y LILACS

El Departamento de Material Científico del Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Nutriología – IIDENUT tiene el agrado de comunicarles que nuestra Revista Especializada de Nutrición – ReNut, acaba ser indizada e indexada por las siguientes bases científicas: Literatura Peruana en Ciencias de la Salud – LIPECS que forma parte de la Red Peruana de Biblioteca en Salud - REPEBIS y la Literatura Latinoamericana y del Caribe en Ciencias de la Salud – LILACS, formando parte de la Biblioteca Virtual en Salud - BVS.
 La Red Peruana de Bibliotecas en Salud (REPEBIS) es una organización sin fines de lucro que integra a todas la bibliotecas y centros de documentación vinculados al área de Ciencias de la Salud, para ello cuenta con el apoyo del Centro Latinoamericano de Información en Ciencias de la Salud – BIREME – el cual en un trabajo conjunto con la Organización Panamericana de la Salud buscan que las unidades de información de las instituciones afiliadas (Centros Cooperantes) reúnan, procesen, organicen, envíen y reciban información de y hacia todos los miembros de la Red. Estos artículos son sometidos a un proceso de control de calidad que luego de aprobar los mismos son enviados a LILACS y LIPECS para ser colocados en los portales respectivos.
El Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Nutriología – IIDENUT, a través de su Departamento de Material Científico, ha sido evaluado y aceptado, perteneciendo actualmente a los Centros Cooperantes; esto permitirá que las investigaciones publicadas en ReNut ingresen a bases de datos de prestigio reconocido como BVS, BIREME LIPECS y LILACS.
Sin duda este acontecimiento es una gran noticia que nos enorgullece y nos impulsa a seguir trabajando sin descanso en pro de mejorar la calidad de las investigaciones en nutrición y brindar información de alta calidad a todos los profesionales de la salud.
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¿Qué es el BIA y para qué sirve?

El análisis de impedancia bioeléctrica o BIA (por sus siglas en inglés) es uno de los procedimientos más seguros y más utilizados alrededor del mundo por su practicidad en la aplicación y la precisión de sus resultados.
El BIA se basa en un principio físico básico: la corriente eléctrica fluye con mucha facilidad en  sustancias conductoras como el agua, pero difícilmente en sustancias no conductoras como la grasa. Partiendo de esta premisa, si una pequeña carga eléctrica es transmitida en el cuerpo, está atravesará con rápidamente las áreas cargadas de agua y electrolitos, pero será repelida por las zonas cargadas de grasa. De este modo, los equipos de impedancia determinan la composición del cuerpo al registrar la diferencia que existe entre la corriente que transmiten al cuerpo y la que retorna finalmente al equipo; así, la oposición que muestran los componentes orgánicos al paso de esta corriente se denomina impedancia (Z).  
En la actualidad, existen diferentes tipos y marcas de equipos que desarrollan el BIA; podemos encontrar balanzas de baño que incluyen la prueba, máquinas de impedancia en gimnasios o farmacia, y hasta equipos portátiles tan pequeños que pueden guardarse en un bolso. No obstante, además de la monstruosa diferencia que existe en el precio de uno u otro equipo, también difirieren en los siguientes aspectos: la cantidad de datos que proporcionan, el margen de error de esos datos, la posibilidad de poder utilizar el equipo en cualquier tipo de persona o el grado de preparación del paciente.
Ahora bien, ¿por qué es tan importante conocer la composición corporal con un nivel alto de precisión? El peso es la sumatoria de músculo, grasa, minerales y agua. Tres personas distintas del mismo sexo, peso, edad y talla, pueden presentar composiciones corporales absolutamente distintas. Cambios pequeños en el contenido de grasa corporal, masa muscular o agua corporal pueden servir como formas de diagnosticar o pronosticar el riesgo de padecer enfermedades crónicas tales como obesidad, hipertensión arterial, dislipidemias, cardiopatías entre otras.
Las aplicaciones del BIA incluyen una basta gama de condiciones tanto en individuos sanos (personas que desean mantener un condición física saludable o deportistas que buscan obtener el mayor rendimiento posible en sus rutinas deportivas) como en personas con padecimientos clínicos complejos.
Entre las condiciones patológicas donde el BIA es fundamental para la prevención, diagnóstico, tratamiento y recuperación podemos citar:
Ø  Bajo peso y desnutrición
Ø  Sobrepeso y obesidad
Ø  Desórdenes alimentarios (anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros) en niños, adolescentes y adultos.
Ø  Sindrome metabólico
Ø  Nefrología (filtración glomerular, detección de edemas, peso seco)
Ø  HIV
Ø  Seguimiento de enfermedades relacionadas con la obesidad.
Ø  Screening exhaustivo de la grasa intra abdominal
Ø  Evaluación y monitoreo nutricional en el tratamiento de enfermedades neurológicas
Ø  Monitorización de la eficacia de la nutrición y los ejercicios.
Ø  Establecimiento de marcadores clínicos de riesgo
Ø  Diabetes Mellitus I y II
Ø  Dislipidemias 
Ø  Detección de riesgo de padecer enfermedades metabólicas
Ø  Hiper e Hipotensión
En IIDENUT contamos con el más sofisticado equipo de impedancia bioeléctrica del mundo. Somos socios estratégicos en Sudamérica del principal desarrollador mundial de estos sistemas, el instituto MALTRON. Con ellos hemos suscrito un convenio de investigación que nos convierte en los referentes nacionales en el tema.
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Se publica Documento Normativo cedido por IIDENUT

Colegio de Nutricionistas del Perú

En sesión ordinaria N° 366-2011-CN-CNP de fecha 4 de Mayo del año en curso, el Consejo Nacional resuelve aprobar por unanimidad mediante Resolución Consejo Nacional N° 013-2011-CN-CNP (figura 1), con las observaciones y modificaciones respectivas, el documento denominado Matriz Conceptual de la Carrera de Nutrición presentado por el Instituto de Investigación para el Desarrollo de la Nutriología - IIDENUT en virtud de un convenio Marco y adenda que ambas instituciones mantienen dentro de las cuales se contempla la elaboración de documentos técnicos.

Si desea descargarlo, haga click aquí
 
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De la Nutrioterapia a la Nutrigenómica

En el año 2003 el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano y el Departamento de Energía de Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón, anunciaron la culminación satisfactoria de la secuenciación del genoma humano, del cual informaron que constaba de aproximadamente 30 mil genes repartidos en 3,2 x 109 pares de bases.

Se calcula que solo el 2% de este ADN genómico puede codificar proteínas; que más del 50% del ADN genómico consiste en secuencias repetitivas que pueden tener capacidad funcional, que aproximadamente el 35% de los genes puede experimentar procesamientos alternativos –es decir formar proteínas con capacidades funcionales diferentes- y que el genoma puede codificar aproximadamente de 250 mil a un millón de proteínas cuya síntesis está regulada por unos 10 mil factores de transcripción.

Cabría preguntarse ¿qué relación existe entre este descubrimiento y la Nutrición como ciencia?

Primero, las proteínas codificadas por el genoma pueden ser enzimas, hormonas o hasta tejidos. Una alteración en este proceso podría generar problemas como deficiencia de lactasa o Diabetes tipo I para citar algunos ejemplos.

Segundo, los seres humanos utilizan, bien o mal, los nutrientes presentes en los alimentos en función de las diferentes variantes genéticas que su cuerpo puede presentar, es decir, como nunca antes en la historia de la nutrición se puede decir con total autoridad que una dieta no necesariamente tendrá el mismo impacto en dos personas, incluso si en apariencia fueran iguales.  Un estudio desarrollado en Norteamérica mostró lo siguiente: dos grupos de individuos de raza negra, pero con polimorfismos diferentes en el gen que codifica la Angiotensina (responsable del nivel de presión en la sangre) fueron sometidos al programa de “Aproximaciones Dietéticas para el Control de la Hipertensión (DASH); los individuos con genotipo GG fueron menos sensibles a la dieta que aquellos con genotipo AA, en otras palabras dos personas con características fenotípicas parecidas reaccionaron diferente en función de sus características genotipicas diferentes.

Tercero, los alimentos constituyen verdaderas “bombas químicas para el cuerpo”, debido a la gran cantidad de sustancias presentes en ellos, mismas que son capaces de interactuar positiva o negativamente con ese 35% de genes que pueden ser sometidos a procesos alternativos de generación de proteínas, siendo prácticamente imposible determinar su impacto sobre la salud de una persona. Varios estudios han mostrado, por ejemplo, que los polifenoles contenidos en el té verde como el 11-epigalo-catequin-3-galato (EGGG), inhiben la fosforilación de la tirosina del receptor Her-2/neu y del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGF), por lo que se inhibe la señalización del fosfatidinilinositol 3-kinasa (PI-3) > Akt kinasa > ruta NF-kB. La activación de esta ruta está asociada con algunas formas de cáncer de mama.

Como se puede ver, no está lejano el día en que las prescripciones nutrioterapéuticas y dietoterapéuticas obedezcan a patrones de referencia genéticos. Quizás, estamos a puertas del uso de tablas de composición genética de los alimentos o tablas de requerimientos genéticos nutricionales. En este contexto de ideas, otra pregunta parece inevitable ¿Qué tan lejos esta la Nutrición como profesión en este horizonte?

Se ha pasado en este tiempo, de la formación profesional de Dietistas a la formación de Licenciados en Nutrición a nivel universitario, pero muy pocos Nutricionistas son responsables de Programas Nacionales relacionados. Se crean Programas de Nutrición en diversas universidades, pero la prevalencia de Retardo en el crecimiento sigue siendo alta en menores de 5 años.

Se establecen servicios de Nutrición en los hospitales y clínicas, pero no hay suficientes Nutricionistas para hacer seguimiento específico a los pacientes y es más, en muchas instituciones en lugar de incrementarse en número de Nutricionistas que laboran en ellas, este ha ido decreciendo con el tiempo.

Será que los planes curriculares ¿Sostienen cursos que poco o nada ayudan a la especialización del profesional? Se crean maestrías en Nutrición con información amplia y variada pero se termina aprendiendo allí, lo que debieron aprender en pre-grado –manejo de vitaminas y minerales por ejemplo.

Se ha incrementado considerablemente el interés por la nutrición en todas las áreas de la salud, pero la producción científica del Nutricionista es todavía escasa.

El mundo esta incursionando en la Nutrigenética (influencia del genoma sobre el nutriente) y la nutrigenómica (influencia del nutriente sobre el genoma) pero nosotros aún no hemos podido ponernos de acuerdo para desarrollar un propuesta conjunta que Desarrolle más la Carrera.

Es evidente, que se requiere un cambio trascendental para el despegue de nuestra profesión. Armonizar nuestras diferencias es nuestra principal tarea pendiente. La Nutrición tiene un potencial de desarrollo tan grande que avanzará incluso a costa nuestra. Si no queremos que se hable de Nutrición sin Nutricionistas, sería bueno ponernos a trabajar YA

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¿Qué método emplea en la evaluación nutricional de sus pacientes?

Por mucho tiempo, el papel del Dietista - Nutricionista en la evaluación nutricional de una persona ha estado restringido a tres parámetros: saber cuánta comida consume; clasificar su peso utilizando herramientas de tamizaje como el índice de masa corporal (IMC) y calcular más o menos bien cuál es el tipo de actividad física que desarrolla.  Contrario a lo que se podría pensar, la universidad ha contribuido de manera sostenida a consolidar estas prácticas puesto que en las últimas décadas se ha concentrado en formar profesionales autómatas desprovistos del más mínimo sentido del análisis. En su paso por las aulas, el estudiante es abrumado por una batería considerablemente grande de herramientas de evaluación que nadie le enseña a utilizar con lógica y discernimiento, es decir metodológicamente; se le acostumbra a centrar su mirada “nutricional” en los cambios que se pueden producir en  dos o tres parámetros; o se le conmina sistemáticamente y a convertir el tratamiento de las enfermedades en la aplicación  irrefutable  de una lista de recomendaciones. En este contexto, el recién estrenado profesional tiene serias dificultades para tomar decisiones acertadas cuando en la práctica real, empiezan a aparecer las tonalidades frecuentes que una misma enfermedad, o la combinación de varias en una misma persona, puede tener.
Dos, tres, o más herramientas unidas sin criterio alguno de complementariedad, no conforman una metodología; simplemente una lista ordenada de pasos que  poco o nada contribuyen para dar solución a un problema. Nuestra experiencia nos ha permitido desarrollar un procedimiento basado en la evaluación de 9 pasos que nos brindan información vital para la toma oportuna de decisiones basadas en evidencia sustentada. Estos aspectos incluyen: i) la evaluación de signos clínicos, en donde es fundamental saber diferenciar si estamos frente a un signo netamente nutricional o asociado a otra condición, como por ejemplo la queilitis bilateral que puede aparecer por carencia de Riboflavina o por sobre exposición al sol; ii) la evaluación de la interacción entre nutrientes y fármacos, puesto que diferentes condiciones clínicas están íntimamente relacionadas con la terapia medicamentosa como la deficiencia de ácido fólico asociada con el consumo de fenitoína; iii) la evaluación de la ingesta de alimentos y los factores que la afectan puesto que se ha demostrado que los hábitos alimentarios pueden explicar la presencia de enfermedades crónicas; iv) la medición del gasto calórico a partir de la actividad física debido a la alta variabilidad de este componente; v) la evaluación del crecimiento en los niños, y de la composición corporal tanto en los niños como en los adultos, debido a que ligeros cambios en el contenido y tipo de grasa corporal pueden incrementar considerablemente los riesgos de salud; y vi) evaluación de la bioquímica básica de la sangre, entre otras razones, porque no se puede iniciar un tratamiento nutricional por más sencillo que fuese sin conocer como mínimo cuál es el nivel de hemoglobina o glicemia de la persona;  vii) evaluación de las reservas viscerales como una forma de contrastar los resultados de la composición corporal; viii) evaluación del componente inmunológico porque existe una elevada correlación entre el estado nutricional y el nivel de respuesta del sistema inmunológico; y finalmente ix) la evaluación del componente catabólico a través de una pureba de balance nitrogedado, la cual, indiscutiblemente debería formar parte de todo proceso de evaluación nutricional porque a excepción de paciente con problemas hepáticos o renales, en el resto de los casas representa la manera más sencilla de calcular el aporte proteico de una persona; de los 9 pasos descritos, recomendamos utilizar los 6 primeros como mínimo.  El corolario de este procedimiento es el diagnóstico nutricional que también forma parte de la metodología y debe describir cada problema nutricional en dos esferas: la evidencia que habla del problema y la causa probable del mismo.
Estamos convencidos que las metodologías bien estructuradas, y no las listas de chequeo por decirlo de alguna manera, son la única manera de contribuir positivamente al desarrollo de nuestra profesión. En el Perú, hemos logrado implementar este procedimiento con excelentes resultados en un hospital de alta complejidad, al punto que la parte médica ha reconocido (no en discurso, sino en la práctica) la importancia de contar con un profesional de la Nutrición en el manejo multidisciplinario de las enfermedades. Ahora bien, es indudable que cada uno de estos pasos varia de acuerdo a si se evalúa a un niño o a un adulto, por lo que en posteriores entregas analizaremos cuáles son esos bemoles.
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¿Cómo empezar la reforma?

Llegado a este punto, es necesario estar seguros de dos ideas básicas: i) la carrera de Nutrición debería llamarse Nutriología Humana (http://iidenut.blogspot.com/2010/08/nutricion-o-nutriologia.html) y ii) la nutrición clínica se puede hacer en cualquier lugar dentro o fuera de un hospital (http://iidenut.blogspot.com/2010/09/nutriologia-clinica-fuera-del-hospital.html). Ahora bien, en la última entrega dejamos planteadas unas preguntas: si usted tuviera que empezar una reforma ¿por cuál de las siguientes áreas empezaría? ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología clínica desde el hospital (dado que allí se hace la mejor nutriología clínica) para luego aplicarla a la comunidad? O ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología Pública para que después de entender lo que sucede en las poblaciones podamos recién aplicar lo aprendido a los individuos?
Definitivamente la respuesta es que debemos empezar reformando la manera de hacer Nutriología clínica. Como están las cosas hoy en día en la mayor parte de los hospitales latinoamericanos, sino en todos, las posibilidades que tiene un profesional de la Nutrición de desarrollar una intervención oportuna y provista del máximo rigor científico son algo menos que escasas. Somos tan pocos y las labores administrativas tan numerosas que lo más cercano a la Nutriología Clínica real es la evaluación del consumo de la dieta de un día para otro. Sin embargo, ¿cómo hacemos para cambiar lo que se ha hecho así por décadas?
Deberíamos buscar la manera de construir una propuesta latinoamericana para desarrollar  guías de procedimientos clínicos que reflejen con absoluta precisión la forma en la cual debe verse nuestra carrera en los próximos 25 años como mínimo. ¿por qué latinoamericana? Porque de nada sirve  el éxito de la carrera en un país, si esto no se disemina entre todos. Siendo realistas, el número de los otros profesionales de la salud es tan grande que si no genera una propuesta supranacional muy poco será lo que se pueda hacer para nuestro crecimiento futuro.
Una guía de procedimiento bien elaborada marcaría un hito histórico en nuestro posicionamiento profesional. No solo definiría nuestro papel teórico sino también práctico, establecería tiempos para cada una de nuestras actividades y por ende, el número necesario de profesionales de la nutrición para cubrir esas tareas; establecería mecanismos para hacer diagnósticos más precisos, de modo que, las anotaciones hechas sobre el estado nutricional de un paciente, puedan ser entendidas del mismo modo por un nutricionista argentino, panameño, mexicano o peruano (en la actualidad eso es imposible); establecería formas más precisas de comparar nuestro propio trabajo de una forma tal que la mejora continua sea una práctica cotidiana; establecería un lenguaje técnico común y universal, no como sucede ahora en una misma región, en un mismo país cada uno entiende la nutrición como puede; establecería los requisitos técnicos mínimos del equipamiento mínimo para la evaluación apropiada o cualquier otra actividad de nuestra competencia, de modo nuestras apreciaciones sean más científicas.
Esto aunque parece muy lejano es posible. En Perú, IIDENUT ha iniciado un proceso lento pero seguro que reúne cada uno de los puntos que hemos venido discutiendo hasta el momento. De ninguna forma el camino es fácil, son más de 50 años de Nutricón en el continente y muy pocos los cambios sustanciales. Esta es la razón de ser de estas comunicaciones, motivar la participación de todos los interesados en este mismo objetivo, llevar nuestra carrera al nivel científico que merece.
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¿Se puede hacer Nutriología clínica fuera de un hospital?

Cuando se habla de Nutriología clínica normalmente se hace referencia al trabajo que el Nutriólogo desarrolla dentro de un hospital, es decir, una labor eminentemente recuperativa del paciente. El profesional acompaña la evolución del mismo aportando ideas dentro del contexto del equipo multidisciplinario. El trabajo es individualizado y la opinión del Nutriologo determina – al menos en teoría - las características del tratamiento nutricional al cual será sometido el enfermo  Desde este punto de vista, la Nutriología clínica es por cierto estimulante puesto que le brinda al profesional la posibilidad de monitorizar en poco tiempo y de manera muy directa la evolución de su paciente [Nota: Aunque se lee bien, la realidad no es así. En la mayoría de países de Latinoamérica el Nutriologo clínico no tiene tiempo suficiente para pasar visita médica junto con el equipo multidisciplinario porque entre otras razones no hay suficientes profesionales para el número de labores que desarrollan].
Ahora bien, quiénes trabajan fuera del hospital difícilmente dicen “estoy haciendo Nutriología Clínica, lo que comentan es “estoy haciendo Nutriología Comunitaria”. En la comunidad difícilmente se utiliza el término Clínica ¿se ha preguntado por qué? Tal vez porque las primeras ideas que se asocian con la palabra “comunitaria” sean una comunidad alejada donde no existen caminos para transitar ni es fácil acceder a ella; charlas utilizando papelógrafos y/o maquetas para enseñarle a una población escéptica las ventajas de una alimentación balanceada; trabajos de investigación y/o de intervención donde los resultados de los ajustes hechos  difícilmente se ven en el corto plazo; trabajo administrativo que involucra la revisión de una serie de políticas, estrategias y planes que muchas veces no son congruentes con la realidad. En suma una serie de labores que nada tienen que ver con el tratamiento individualizado.
No obstante y además de las tareas citadas en el párrafo anterior, en la comunidad también existen consultorios, también se hacen consultas individualizadas, también se evalúan signos clínicos de deficiencias de micronutrientes,  también se evalúa la composición corporal; entonces ¿por qué nunca decimos “estoy haciendo nutriología clínica en la comunidad”? Probablemente, porque le hemos dado tanto énfasis a la aplicación de programas nacionales que involucran la implementación de recomendaciones para grandes grupos poblacionales que nos hemos olvidado que en la comunidad también hay individuos, que los beneficiarios de esos programas son individuos y que individualizar una recomendación general siempre es mejor que dejar de hacerlo.
Dicho lo previo y  con el afán de que todos empecemos a utilizar los términos con propiedad, deberíamos referirnos a las tareas propias del trabajo en la comunidad, la mayoría actividades preventivo- promocionales, como actividades enmarcadas en del contexto de políticas generales de Nutrición Pública, y eso no es todo, como en la comunidad  también tenemos consultorios podríamos decir que en ella se aplican estas dos ramas de la Nutriología, la clínica cuando hablamos de individuos y la Pública cuando hablamos de grupos.
Ahora bien, sabiendo que el todo parte del individuo, le dejamos la siguiente pregunta, si tuviera que empezar una reforma con el objetivo de hacer de la Nutriología una carrera más competitiva, científica y moderna, ¿por cuál de estas dos áreas empezaría? ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología clínica desde el hospital (dado que allí se hace la mejor nutriología clínia) para luego aplicarla a la comunidad? O ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología Pública para que después de entender lo que sucede en las poblaciones podamos recién aplicar lo aprendido a los individuos?

 
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¿Nutrición o Nutriología? ¿cuál es el nombre más apropiado para nuestra carrera?

En primer lugar, la Nutrición es una función indispensable para la vida y aunque involucra una serie de procesos asociados, tiene que ver básicamente con el estudio de la utilización de los nutrientes. En segundo lugar y desde este punto de vista, el aspecto más fuertemente ligado con esta definición de Nutrición sea el de alimentación. En tercer lugar, debe recordarse que el nacimiento de la carrera de Nutrición Humana tuvo un fuerte componente alimentario, en realidad solo se pensaba en una forma más ordenada y profesional de administrar alimentos a un enfermo; nótese bien “una forma más ordenada y profesional de administrar alimentos” nada más. De allí que al buscar un nombre que resumiría esta idea probablemente el que mejor se acercaba era el de Nutrición Humana.

Curiosamente, ni en los cálculos más generosos se podría haber pronosticado el vertiginoso crecimiento de la información y la investigación asociada con la Nutrición, por tanto, debió haber sido muy difícil avizorar todas las ramificaciones que alcanzaría este tema. Hoy en día, la información asociada con la Nutrición extiende su influencia a prácticamente todas las otras profesiones de la salud y ha dejado de estar simplemente relacionada con información alimentaria.

Es importante mencionar que esta evolución en la mayoría de conceptos científicos, no es exclusiva de la Nutrición, por el contrario, es el común denominador en el desarrollado de todo el conocimiento humano. En el área de salud, por ejemplo, la forma de entender las enfermedades y su tratamiento también ha cambiado considerablemente. Acorde con el paradigma holístico que guía el cuidado de la salud en el mundo entero, las enfermedades han dejado de ser entidades individuales que afectan una sola área del individuo, es decir, la obesidad no solo es obesidad, es por el contrario un conjunto de variables que convergen para producir obesidad, por tanto, su tratamiento ya no consiste solamente en bajar de peso, sino en el cuidado de otras muchas variables como el estado emocional o el estilo de vida.

En esos mismos términos, si seguimos denominando a esta ciencia “Nutrición Humana” es porque no hemos aprendido a integrar toda la información existente, que valga decirlo, dejo de ser exclusivamente alimentaria hace varias décadas. Si la biología es la ciencia que estudia la vida, es decir, las especies,  sus clasificaciones, sus características, sus defectos y no solamente la forma en que la vida se genera, porque seguimos llamando Nutrición Humana  a una ciencia que además de estudiar el proceso de Nutrición en si mismo, debe abordar una gran variedad de ciencias complementarias – física, química, bioquímica, fisiología, fisiopatología, farmacología, semiología, entre otros – para poder explicar el proceso de Nutrición, sus premisas y sus consecuencias. 

En conclusión, seguir llamando a esta carrera Nutrición Humana es restringir de manera grosera todo la información que en su  seno se ha llegado a acumular. Si somos lógico con su desarrollo deberíamos llamarla NUTRIOLOGÍA HUMANA.


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