miércoles, 30 de octubre de 2013

¿Cómo empezar la reforma?

Llegado a este punto, es necesario estar seguros de dos ideas básicas: i) la carrera de Nutrición debería llamarse Nutriología Humana (http://iidenut.blogspot.com/2010/08/nutricion-o-nutriologia.html) y ii) la nutrición clínica se puede hacer en cualquier lugar dentro o fuera de un hospital (http://iidenut.blogspot.com/2010/09/nutriologia-clinica-fuera-del-hospital.html). Ahora bien, en la última entrega dejamos planteadas unas preguntas: si usted tuviera que empezar una reforma ¿por cuál de las siguientes áreas empezaría? ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología clínica desde el hospital (dado que allí se hace la mejor nutriología clínica) para luego aplicarla a la comunidad? O ¿Reformaría la forma de hacer Nutriología Pública para que después de entender lo que sucede en las poblaciones podamos recién aplicar lo aprendido a los individuos?
Definitivamente la respuesta es que debemos empezar reformando la manera de hacer Nutriología clínica. Como están las cosas hoy en día en la mayor parte de los hospitales latinoamericanos, sino en todos, las posibilidades que tiene un profesional de la Nutrición de desarrollar una intervención oportuna y provista del máximo rigor científico son algo menos que escasas. Somos tan pocos y las labores administrativas tan numerosas que lo más cercano a la Nutriología Clínica real es la evaluación del consumo de la dieta de un día para otro. Sin embargo, ¿cómo hacemos para cambiar lo que se ha hecho así por décadas?
Deberíamos buscar la manera de construir una propuesta latinoamericana para desarrollar  guías de procedimientos clínicos que reflejen con absoluta precisión la forma en la cual debe verse nuestra carrera en los próximos 25 años como mínimo. ¿por qué latinoamericana? Porque de nada sirve  el éxito de la carrera en un país, si esto no se disemina entre todos. Siendo realistas, el número de los otros profesionales de la salud es tan grande que si no genera una propuesta supranacional muy poco será lo que se pueda hacer para nuestro crecimiento futuro.
Una guía de procedimiento bien elaborada marcaría un hito histórico en nuestro posicionamiento profesional. No solo definiría nuestro papel teórico sino también práctico, establecería tiempos para cada una de nuestras actividades y por ende, el número necesario de profesionales de la nutrición para cubrir esas tareas; establecería mecanismos para hacer diagnósticos más precisos, de modo que, las anotaciones hechas sobre el estado nutricional de un paciente, puedan ser entendidas del mismo modo por un nutricionista argentino, panameño, mexicano o peruano (en la actualidad eso es imposible); establecería formas más precisas de comparar nuestro propio trabajo de una forma tal que la mejora continua sea una práctica cotidiana; establecería un lenguaje técnico común y universal, no como sucede ahora en una misma región, en un mismo país cada uno entiende la nutrición como puede; establecería los requisitos técnicos mínimos del equipamiento mínimo para la evaluación apropiada o cualquier otra actividad de nuestra competencia, de modo nuestras apreciaciones sean más científicas.
Esto aunque parece muy lejano es posible. En Perú, IIDENUT ha iniciado un proceso lento pero seguro que reúne cada uno de los puntos que hemos venido discutiendo hasta el momento. De ninguna forma el camino es fácil, son más de 50 años de Nutricón en el continente y muy pocos los cambios sustanciales. Esta es la razón de ser de estas comunicaciones, motivar la participación de todos los interesados en este mismo objetivo, llevar nuestra carrera al nivel científico que merece.
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
En IIDENUT rechazamos rotundamente aquellas prácticas asociadas con el uso inapropiado de la información con fines comerciales. Nuestros estándares éticos nos impiden aceptar, difundir o parcializarnos subjetivamente con producto o práctica alguna que vaya en contra o distorsione la labor del nutricionista.

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